miércoles, 12 de septiembre de 2012

El orden de los factores SÍ altera (o tergiversa) el producto, o cómo RTVE trató la información de la Diada

Son las 20.58 del día 11 de septiembre de 2012 y debo escoger un canal para ver cómo el informativo de turno trata la información sobre una de las manifestaciones más numerosas que han tenido lugar en Barcelona en los últimos años y que, según fuentes de la guardia urbana, ha alcanzado el millón y medio de personas. Me decanto por Televisión Española, un ente en el que últimamente se han producido cambios significativos (cambio de dirección, despidos a dedo de periodistas polémicos, eliminación flagrante de programas líderes o cambios en los códigos éticos para incluir contenidos antes no permitidos).

La jornada se ha desarrollado en un ambiente festivo, sin incidentes, así que me imagino un titular estándar y quizás alguna conexión en directo. Y empieza el telediario y la presentadora comienza a hablar de la visita de un presidente nórdico a España. Pienso en la jugada de la nueva dirección del ente poniendo la noticia como segundona para restarle importancia al evento. Pero aparece Rubalcaba en pantalla. No doy crédito. Siguen una noticia sobre el 11 S en Nueva York, y una referencia al ya famosillo José Bretón (al que por cierto los medios le están dando, con creces, una cobertura que no se merece). Estupefacta ante tal omisión me fijo si he seleccionado bien el canal. Es correcto. Y en ese momento, en quinto lugar, se apunta que "una marcha independentista en el centro de Barcelona ha tenido lugar", un titular de unos segundos que da paso a otro tema de lo más prosaico que ahora no recuerdo. Y mientras comienza el informativo mi hijo de 12 años exclama: "¡Qué fuerte!

Y es que no hace falta ser muy adulto, ni muy entendido para darse cuenta de que este episodio, esta acción llevada a cabo por la cadena pública española de televisión es una censura como la copa de un pino. Cuando un o una televidente, que no vive en Cataluña, recibe esa noticia, en ese orden, le da una importancia banal quedándose con la idea de que es sencillamente un grupo de "independentistas catalanes" los que han salido a la calle a pegar cuatro gritos. Es verdad que el informativo habló de un millón y medio de personas, es verdad que se dijo que se había colapsado la ciudad, pero nombrarla en quinto lugar del telediario de la noche es quitarle el 80 % de su importancia, cuando este acontecimiento tiene una trascendencia mastodóntica. Y su omisión MÁS aun.

Y es que, si bien es evidente que la "nueva dirección" del ente quiere influenciar en la opinión pública española para darle un respiro al gobierno que las está pasando canutas, se podría esperar que esta manipulación de la opinión se hiciera de forma sutil y elegante, pero hasta ahora no ha hecho más que cortar y cortar por lo sano de forma evidente y burda, con argumentos de lo más zafio. ¡Si hasta esta censura ha sido noticia en muchos medios, incluso de tirada nacional, ha sido trendic topic en Twitter, y el sindicato de los trabajadores de TVE de San Cugat lo han calificado de VERGONZOSO! Tal ha sido la reacción, que TVE se ha tenido que disculpar públicamente reconociendo un "error".

Yo misma, que nunca jamás me interesó la política nacionalista, asistí a la concentración, movida por la curiosidad de saber qué pasaba y al mismo tiempo por solidaridad con el resto de mis comptariotas catalanes, sometidos a constantes embates por parte de algunos medios de comunicación que, o bien ofrecen información sesgada de lo que acontece aquí, o bien dan cobertura constante a opiniones poco respetuosas con la realidad que se vive en Cataluña. ¡Cuánta gente encantadora me he encontrado que me da el pésame porque para trabajar aquí "te obligan a aprender catalán"! O ¡cuánta otra se escandaliza porque mis hijos hablen dos lenguas! Pero ¿Por qué tienen esta idea que les genera rechazo, pavor e incluso odio? Y al revés: ¿Cómo es posible que el sentimiento independentista haya cuajado tantísimo en tan poco tiempo?

Deduzco que al poder político y económico le interesa generar polémica para salvaguardarse de lo que realmente importa. Interesa que la sociedad esté enfrentada y "distraída". Interesa que no exista concordia. Interesa que se enardezcan los áninos. Interesa que los canales de diálogo que favorecen el conocimiento del otro estén bloqueados para darle caña a la intolerancia. Interesa la desinformación. Y no hablo ahora de TVE solamente, sino de la mayor parte de los medios en general. Es también evidente que la televisión pública catalana expresa su opinión a la hora de emitir información y ha contribuido también a exacerbar los ánimos moldeando poco a poco el escenario de la Diada.

Por eso es necesario crear otros canales alternativos para potenciar el diálogo, y el conocimiento, y la tolerancia, canales de diálogo que fomenten el sentido crítico y la opinión contrastada en las personas.

Y eso será posible. Pronto.

Hace tiempo que decidí dejar de lado la objetividad en este blog. Pronto vendrá el CanalComunica de verdad y ahí podremos explayarnos a gusto :) Si os apetece participar, sencillamente escribidme a mj@canalcomunica.com.